El bosque roto

Árbol que siente, que nutre y padece… bosque que cuida y protege. Pieza que dibuja un horizonte de luz y esperanza.

Historia, naturaleza y la energía de Ibiza se concentran en esta obra llena de simbología.

 


Material: Madera de algarrobo y base de hierro.


Dimensiones: 31,7 cms. alto x 27,3 cms. ancho x 7,1 cms. fondo.


Año: 2020

Categoría:

Descripción

Historia, naturaleza y la energía de Ibiza se concentran en esta obra llena de simbología.

Una escultura donde la naturaleza interviene en la parte creativa porque, al igual que el escultor más sublime, es capaz de establecer formas sugerentes y caprichosas que son una obra de arte en sí mismas.

En este caso, además, con uno de los árboles más emblemático de la isla: el algarrobo. Este árbol se nutrió durante años del fértil campo de Ibiza que parece que ha dejado su sello llegando a teñir su interior con el color rojizo de la tierra ibicenca. A su alrededor, una capa protectora acariciada por el sol y ese vacío central que es tan característico de los algarrobos.

Una pieza con carácter, que transmite la energía de la isla y la historia de un árbol que fue clave para alimentar a la población en los tiempos más difíciles.

Su fruto, la algarroba, se destinaba habitualmente como pienso para el ganado hasta que se convirtió en un alimento esencial para la población durante la posguerra. Y así, a pesar del dolor y el sufrimiento, este árbol fue capaz de cuidar y dar cobijo a los suyos al igual que su extensa sombra… y abrió una ventana a un mundo mejor.

 

Informaciones adicionales

Dimensiones31,7 × 27,3 × 7,1 cm